Formación Continua en las Empresas.
Ya no es suficiente con una formación que nos habilite para trabajar, ya que una vez establecidos, debemos continuar actualizando y profundizando los conocimientos que poseemos. No estamos hablando únicamente de puestos de alto nivel de programación, sino de cualquier tipo de trabajo y sector. Los repartidores de paquetería deben controlar el navegador para no perderse en sus rutas, el operario de una fábrica debe aprender el manejo de las máquinas más modernas, el electricista debe conocer el montaje de paneles solares, el administrativo debe manejar la última versión de Office… Nadie puede quedarse atrás. Es un hecho indiscutible que los trabajadores deben, debemos, estar en permanente aprendizaje, ya que aumentar nuestros conocimientos hará que seamos más eficientes, que trabajemos mejor y aumente nuestra autoestima. Por tanto, es algo que beneficia también a la empresa, ya que cuanto más cualificados estemos los trabajadores, nuestra competencia profesional aumentará, se incrementará nuestra productividad y cometeremos menos errores. Por estos motivos la formación continua se debe encontrar integrada dentro de la propia estrategia y del plan de acción de la empresa.